Ostomía y sexualidad: experiencia de Elizabeth, ileostomizada
¿Nos podría contar algo sobre usted?
Me llamo Elisabetta, tengo 62 años y actualmente me encuentro soltera. Estoy jubilada, trabajé como empleada en la Oficina de Correos italiana. He sufrido la enfermedad de Crohn desde que tenía 14 años; siempre me ha gustado bailar y cuando era pequeña, me ayudó a no sentir dolor. A los 16 empecé a operarme, luego estuve bien hasta los 29 años, cuando me hicieron una ileostomía temporal. A los 30, me volvieron a operar. Me casé, no tuve hijos, incluso me divorcié. La enfermedad volvió con fuerza y a los 48 me hicieron una ileostomía definitiva. A partir de ahí empecé a retomar mi vida. Me dedico a todas mis actividades favoritas, deporte y baile: el tango es mi pasión.
Ostomía y sexualidad: ¿Le informaron de cómo cambiaría su vida?
Nadie me dijo nada. Mi enfermedad me causó varios problemas: siempre estaba inflamada y tener relaciones sexuales era doloroso. Después de la cirugía, mi vida sexual mejoró: no tenía dolor y me pude conocer de otra forma. No he recibido ninguna información; me defino como autodidacta: me llevó 2-3 años encontrar el producto que mejor se adaptaba a mis necesidades. Aunque había recibido el apoyo de un psicólogo, el verdadero punto de inflexión que experimenté fue cuando empecé a asistir a la Asociación de Pacientes. Allí conocí a mis estomaterapeutas y cada 3 meses voy con ellos a la casa Martini de Turín.
¿Qué consejo práctico le daría a alguien que se encuentre en su misma situación para alcanzar una vida sexual satisfactoria?
El consejo es sentirse bien con tu cuerpo. Personalmente, tuve suerte: mi pareja me entendió y me apoyó en el momento de la cirugía. Sólo puedo decir que usar una banda de encaje para cubrir la bolsa me ayudó a tener paz mental. Además de controlar la fuente de alimentación para reducir los olores y ruidos. Es útil tener la bolsa vacía; para esto sugiero tener relaciones sexuales por la mañana.
¿Qué le diría a una persona portadora de una ostomía que se encontrase en su misma situación?
No tengáis miedo de volver a conocer gente; es cierto, es difícil explicar por lo que hemos pasado, pero somos nosotros los que tenemos la posibilidad de elegir a quién: nuestro enfoque, la "mente" lo hace todo. A los 30, quizás el deseo es más fuerte que a los 60; lo que no cambia es la implicación emocional: en mi opinión, no hay sexo sin amor.
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Para más información, descárguese la guía de ostomía e intimidad.
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